SIN
TIT
Iba descarriado,
pero confiaba en que tarde o temprano volvería a encontrar suficientes
sensaciones como para poder llegar a su destino, el cual, a su vez, desconocía
totalmente. Tenia que regirse por las esencias de los recuerdos, discernir entre
los diferentes olores que variaban según el viento.
Y
tenia que darse prisa, puesto que los olores también marchitan con el tiempo y
nuevos perfumes aparecían, lo que dificultaba a marchas forzadas la misión a
la que se ha
Pero
se había propuesto firmemente no fracasar en este intento. Y aunque las
lagrimas le impedían ver con total claridad el posible camino, no era la vista
el mejor medio para poder descubrir el camino a su meta.
Por
las noches, las brumas y el frío mermaban todos los elementos sensoriales que
necesitaba, pero aun y así persistía en su empeño a no ceder. Lo conseguiría,
fuese como fuese.
Una de
esas noches, en uno de aquellos descansos sin descansar, percibió aquello que
buscaba. Le rodeaba, pero no veía. Mas el temblor de una fuerte emoción le
hizo notar que, sin saberlo, ya había llegado. Y cuando se dio cuenta de que el
lecho en el que se había cobijado aquella noche no era de musgo y hojas
muertas, sino una piedra plana y fría, sabia que su periplo había llegado a su
fin.
Allí
estaba él, su amo, disfrutando del eterno descanso.
Y ahí,
es ese mismo lugar y desde aquel momento y para siempre, su fiel perro le hizo
compañía.
Tony
Bonne (Penzberg. 18-08-1994)