La India

Hace doce años, después de ese tiempo y al volver a estar en la India, mis recuerdos volvieron atrás porque aparentemente nada ha cambiado.

Amanece un nuevo día. Miro a través de la ventana y veo un miserable patio lleno de niños que juegan con su imaginación, ya que no disponen de más juguetes. Pienso que en la mugre de los vidrios hay suficiente historia para suplirme de información sobre los últimos doce años. (El Hotel es de cinco estrellas, pero eso si, pertenece al Estado por eso es más barato)

Las salidas matutinas, (perdón, pero en este momento estoy pidiendo a dos encantadoras cucarachas que la fruta la tenía prevista para mí; ya les dejaré algún resto.) Sigo pues…las salidas matutinas, a raíz del tráfico, carros ambulantes, vacas y demás imprevistos, se hacen esoecialmente difíciles.

Ya en la calle me convierto en otra víctima sufrida de las continuas detenciones, del hedor y del calor. -¡Abre las ventanas del coche Tony¡..-. Pero no entra aire ya que volvemos a estar parados, pero si entra algún que otro insecto, el mencionado hedor y unas mugrientas manos petitorias pidiendo lo que sea a base de agarrarse a mi camisa recién lavada.

Mi colega de trabajo me comenta plácidamente: No hagas caso, no les des nada, ganan más que yo…pero bien… ¿y mi camisa?… ¿Y los estirones a mi cabello para que pueda observar el desgraciado semblante y estado de la criatura que llevan en brazos?… ¿cómo voy a ignorarlos?

Por fin la vaca se aparta y podemos proseguir el viaje….

Sólo son 15 Km. en una hora y media habremos llegado a Bombay, el corazón comercial de la India. Me cuentan que orginalmente había sido levantada sobre siete islotes del mar Arábigo, desde los que se extendió a tierra firme hasta constituir una península. Veo la multitud de barcos anclados en el muelles y pienso que indudablemente Bombay es un gran puerto desde la apertura del canal de Suez.

En este momento el taxi pasa por debajo de la puerta de la India construida para conmemorar la vista de los reyes de Inglaterra a la ciudad en 1911. Miro por la ventanilla hacia el exterior, la mayoría de sus habitantes son de origen hindú, sus calles son un verdadero hervidero de etnias humanas y religiosas: musulmanes, cristianos, jainistas, parsis y también influyentes minorías afganas, árabes, chinas persas e inglesas, conviviendo juntas en estrecho y pegajoso apretujamiento.. Por la noche, ya en el hotel y tras un agotador día de conversaciones, discusiones, acuerdos y desacuerdos, el agua de la bañera adquiere un ligero color pardo, pero las sábanas son limpias.

Nueva jornada de trabajo. Puna a 155 Km. de Bombay. Seis apretones de manos. Más negocios. Una tableta de jabón para resumir las discusiones. Cinco horas de viaje de ida, otras de vuelta al día siguiente. Ya de regreso el reparador descanso…-

-Prepara maletas, Tony, hoy nos vamos a Calcuta.- Visita a 40 km..- No te preocupes Tony, solos son dos horas y tres cuartos, quizá tres. Y otros tantos de vuelta- Pero eso sí, esa zona de Calcuta es más pintoresca-.

Llegamos. La enorme urbe cuyo puerto hace palidecer de envidia al de Bombay se extiende entre el río Hooghly y una serie de marismas salinas y alberga en su seno a más de 10 millones de almas, su vida cultural es intensa, como lo atestiguan sin palabras, sus museos, teatros, galerías de arte y sus dos universidades. El templo dedicado a la diosa Kali es la meta de las peregrinaciones de toda la India. Pero mi peregrinación es diferente, lo veo a lo lejos, altivo, luminoso, atrayente, mágico y le digo adiós con tristeza desde el interior de mi vehículo, quizá en otra ocasión o en otra vida podré visitarlo…

Después de la jornada, ya en el hotel he conocido a unos técnicos alemanes. Nos hemos hecho buenos compañeros. Nos volveremos a ver en Madrás. Me he aficionado a la comida vegetariana. Simplemente deliciosa.

Madras, situada en la costa del golfo de Bengala, que intenta competir culturalmente y comercialmente con Calcuta sin poder conseguirlo… calor tropical y lluvia constante monzónica, pero quizá la más limpia de todas las ciudades de la India… Látima que en esa zona esta la mala costumbre de estrangular a las niñas al nacer. No hay dinero para la dotes. El hijo es más productivo. El equilibrio hombre-mujer, desde el punto de vista demográfico se desestabiliza. Aún y así son muchos…

Adios a Madras, vuelvo a Bombay y de allí a mi país, dejo a la India, país fascinante, de ensueños legendarios y de realidades duras y contradictorias… La siguiente noche la dormiré más cerca de España. La siguiente en casa. Empieza la cuenta atrás.

Tony Bonne

Desde el Cielo y más allá!

1 comment so far

teresa sanchis

m’agrada molt la forma en que ho explica tot, és molt gràfic i no hi ha ambigüetats; no esquiva temes greus i per a nosaltres incomprensibles, com el neixament de les nenes…