No es lícito comer animales

Richard David Precht se doctoró en Filosofía en la Universidad de Colonia, y se ha convertido en un fenómeno mediático en Alemania. Ha trabajado en diferentes periódicos y emisoras de radio y entre sus libros de divulgación puede destacarse el titulado » ¿QUIEN SOY YO…? Y CUANTOS.?»

Me recomendaron el libro, pero no me interesó mucho hasta llegar a un capítulo contundente en el que hace un llamamiento a la conciencia individual para decidir por uno mismo si es licito o no comer animales.

Voy a transcribir aquí unos párrafos resumidos sobre los pensamientos de uno de los caracteres del libro…

 “De camino a casa  comenzó a reflexionar…era cierto que los hombres habían comido carne desde siempre, en épocas remotas no habrían sobrevivido si sus dietas no hubiera incluido a la carne, pero era consciente que esas razones no se podía aplicar a su propio caso, el que los hombres prehistóricos tuvieran que cazar animales para sobrevivir no significa que él tuviera derecho comerlos. una dieta sin carne no supone ningún problema para la salud en un clima europeo y pensó entonces que los lobos, los leones y los cocodrilos también comen carne, y no se preguntan si es licito comerla la puesto que si lo hacen se condenan a morir. pero él sabía que no moriría si no comía carne porqué a diferencia de las bestias, podía escoger comer animales y eso era precisamente lo que le distinguida de ellas.

El hombre era pues más inteligente que los animales y esa fue la razón porque en la Edad Media se argumentó que podían comerse. Así pues, lo seres humanos tienen más valor que los animales. Pero ¿Puede decirse que la vida inteligente tiene en principio más valor que la vida no inteligente? La pregunta no es la de si los animales pueden pensar, ni la de si pueden hablar, sino la de si pueden sufrir y una inteligencia superior no da carta blanca  para hace lo que uno quiera, el criterio más importante que fundamenta el derecho a la vida no es la inteligencia, (porque un bebe recién nacido tiene menos inteligencia que un cerdo y sin embargo no nos es licito comerlo ni explotarlo para realizar experimentos médicos. La razón decisiva para respetar la vida de un ser vivo es su capacidad de sentir bienestar o sufrimiento y si felicidad es buena y el sufrimiento es malo, este es un principio que no solo se aplica no solo a los seres humanos sino a todos los seres vivos, así pues y partiendo desde este principio los animales son iguales al hombre. De este este modo la pregunta de si es licito o no que el hombre se coma a los animales, es fácil de responder.

Los simples placeres del paladar del hombre tiene un peso insignificante frente al sufrimiento increíble que supone para los animales entregar su cuerpo y su vida.«

He ahí perfectamente explicado por qué no debemos comer carne. En dos líneas escasas el filósofo ha descrito el motivo por el que no es lícito matar animales y comérselos con una claridad rotunda y una lógica aplastante. Todo lo que yo pudiese añadir al respecto sería absolutamente superfluo.