Un Tren en un Jardín

Entrevista a Pere Fonolleda.

En esta entrevista nos adentraremos en el mundo casi mágico de los trenes en miniatura, a través de las palabras de un hombre sin edad que ha sabido hacer realidad el sueño de su infancia.

¿Cómo empezó tu afición hacia los trenes, Pere?

Como un juego de niños. No sabría decirte exactamente a que edad, pero si mi afición comenzó desde muy pequeño y consistía en atar unas latas de sardinas vacías y ensartarlas de un hilo para pasear arrastrándolas por el suelo de toda la casa. Este fue el principio de todo.

Explícanos como evolucionó este sueño de infancia a medida que transcurrieron los años

La admiración por los trenes fue variando según la edad y también fue marcada por una anécdota curiosa. Mi madre estaba suscrita a una revista que se llamaba «LA FAMILIA» un día ojeándola encontré un reportaje sobre un señor ingles que tenia un tren eléctrico montado en el jardín de su casa, aun recuerdo las dos fotos que ilustraba él articulo porque me impresionaron de tal forma que en aquel mismo momento decidí que hacer lo mismo que él había hecho seria mi máxima aspiración.

Como asi ha sido.

Si, aunque por entonces aquel sueño me parecía irrealizable, porque montar un tren eléctrico significaba tener mucho dinero y también había otro inconveniente, en aquella época que un hombre mayor jugase con trenes era considerado algo infantil, impropio de la edad y casi debía practicarse a escondidas. Pero las cosas cambiaron mucho a partir de aquel momento. Con el tiempo los trenes de juguete evolucionaron y cada vez sé parecieron mas a los trenes reales.

En un momento dado y por mi trabajo me fue posible entrar en contacto con unos fabricantes de Barcelona que construían trenes eléctricos, y a los que yo les vendía material de chapa fina para vagones y maquinas. Esta gente a buen precio me vendió material. Asi empece a construir mi primer tren eléctrico.

¿Que edad tenías entonces?

Yo debía de tener unos 30 años. Colocamos el circuito a lo largo del piso donde yo vivía entonces y los domingos jugaba con mis hijos, que entonces en pequeños, haciendo correr los trenes por toda la casa saliendo por un cuarto y entrando por otro, (con la resignada aceptación de mi mujer que tropezaba con él por todas partes.)

¿Tus hijos han heredado tu afición?

Mis hijos han heredado un poco mi afición pero no como yo, especialmente porque en mi tiempo el tren era fascinante cosa que después ya no lo fue tanto porque con los años llegaron además aviones, helicópteros, autobuses….

¿Crees que los niños de hoy en día todavía juegan con trenes?

Hoy el espíritu de aventura de los niños se desarrolla de otras formas, todo viene condicionado porque actualmente los modelos son tan precisos y tan exactos a los reales que no dan lugar a la imaginación. En mi tiempo los modelos de trenes eran bastante rudimentarios por eso la imaginación debía poner el resto.

Hoy en día aun se juega, pero los trenes son casi más importantes para los papas que para los niños, incluso hay fabricas de juguetes que tienen dos tipos de producción, las de trenes casi reales y bien hechos para mayores y otra llamada fantasía con el misma motor de base pero con carrocerías mucho más sencillas, estos trenes se venden mucho más baratos que los primeros y se hacen asi precisamente para que los niños se aficiones a ellos y así mas adelante cuando crezcan, compren las series de trenes para adultos.

¿Podrías hacerme una definición de lo que es para tí un tren, real o de juguete?

A mí los trenes siempre me han gustado por su movimiento. Varias veces me han dicho que yo era un coleccionista de trenes, pero yo no me considero asi. Para mi un coleccionista tiene un denominador común, sus colecciones son estáticas.

A mí el tren no me importa que sea grande o pequeño, lo importante es que camine, que se mueva y sobre todo que me guste.

¿Cuál fue la verdadera culminación de tu sueño de niño, ese día en que verdaderamente lo concertaste en realidad?

Cuando apareció en el mercado el tren de jardín LGB en vía de 45 y escala 2,5.

Era el tiempo en que las escalas de trenes se habían ido reduciendo porque las viviendas eran cada vez más pequeñas, pero en los años setenta a una antigua y conocida fabrica alemana de trenes de juguete se les ocurrió sacar al mercado un tren grande, para instalar en un jardín, reducido solo 20 veces, a escala 22.5 y copiando a los trenes de vía estrecha. (Estos trenes de vía estrecha son de recorrido mas corto pero dentro de su modestia y en su momento representaron un papel de verdadero progreso para la época, ya que juntaban una capital donde había un tren grande con varios trenes de vías más pequeñas que iban a las alrededores) Naturalmente me entusiasme con ellos y empece a comprarlos vagones para poder montarlo algún día en el exterior, con lo que nos acercamos a la idea de la revista de mi madre y el reportaje alentó mi sueño infantil.

¿Cómo pudiste llevar finalmente este sueño a la practica?

En el mismo momento en que compramos una casa en las afueras de Barcelona, la casa donde vivo actualmente. Cuando vi el terreno ya me omaginé el tren corriendo por él jardín y cuando nos trasladamos a vivir aquí, enseguida comencé a instalarlo.

¿Cuándo sucedió esto?

En el año 1974 y a partir de entonces la culminación del sueño fue el momento en que ya instalado el circuito empece a fabricarme los trenes yo mismo.

Cuéntanos como fue.

Cuando una empresa llamada Art kid saco al mercado un kid con la reproducción de un tren, que solía hacer el recorrido de Olot. Todos los vagones de carga y coches para pasajeros llevaban las maderas talladas y preparadas y un plano indicando donde debían ser enganchadas. Cuando vi la forma de construirlo pense que también yo podía hacer lo mismo, asi pues compre sierras pequeñas y maquinas para tallar madera.

Me entusiasme y me aficione. Y también entonces me di cuenta del valor de las manos porque poco a poco fui aprendiendo y conociendo como servirme de ellas y de los utensilios. Y también me de cuenta de que a los jóvenes no se les empeña suficiente lo que representa este valor. Desde entonces hasta ahora seguí construyendo choches, vagones y hasta me atreví con un maquina. Mi ultima pieza un poco especial fue el brill nº19 de los antiguos ferrocarriles de Catalunya en metal y madera, como las fotografías que ilustran la entrevista.

Y ahora ¿Te sientes orgulloso de lo que has construido o crees que podrías haberlo hecho aun mejor?

He ido evolucionando a traves del tiempo, pero no quiero decir con esto que estoy completamente satisfecho de lo que he hecho en el sentido de perfección. Yo no soy perfeccionista. Pero me he dado cuenta de que si mi habilidad llega por ejemplo a un 70 % quizá si me hubiera esforzado más podría haber llegado a un 75 % pero también soy consciente de que este 5 % de esfuerzo extra habría convertido el placer de tener una afición en una tortura.

¿Podrías darnos una definición sobre lo que significa para ti un tren?

Antes una maquina de vapor parada en una estación era un espectáculo impresiónate porque significaba la aventura, lejanas tierras por descubrir y otras gentes distintas por conocer Hoy día una maquina eléctrica o diesel puede triplicar su potencia pero no tiene semejante fascinación. El tren es una creación de la época romántica y mi afecto por el tren modesto ha sido siempre un condicionante para mí.

Gloria Corrons
https://planetaselene-com

Un mundo mejor es posible!

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